jueves, 22 de noviembre de 2012

El Lavadero Municipal


Ubicado en la calle de la Solana, al lado del abrevadero, encontramos la verja de hierro que franquea la entrada al Lavadero Municipal.



Se trata de una obra de los siglos XVIII-XIX. En un principio estaba descubierto, posteriormente se tejó y en la actualidad, gracias a la reciente reforma que se le ha hecho, se encuentra en perfecto estado. Antes de que existiera, las mujeres tenían que bajar a lavar a los barrancos o bien a las acequias que llevaban el agua a la huerta.


El lavadero, propiamente dicho, está dividido en dos partes con usos bien diferenciados. La primera que nos encontramos al entrar, y la más grande, ha estado siempre destinada al lavado de la ropa. La finalidad de la otra ha sido fregar el menaje y los utensilios de cocina. 
 

Un sistema de lavado de ropa que se utilizaba en aquellos tiempos, y que le da sentido a la expresión “hacer la colada” es el siguiente:

  • la ropa se metía dentro de un recipiente grande y alto de tierra cocida, llamado cocio, que tenía un desagüe en su parte inferior,
  • las piezas más grandes y resistentes se colocaban en la parte inferior del mismo mientras que las prendas más finas y delicadas se situaban en la parte superior,
  • la boca se tapaba con un trapo de lienzo que servía como “colador” (el cernadero),
  • después se vertía sobre el cernadero la ceniza que, previamente, se había guardado del hogar o que la gente iba a buscar al Horno del pueblo, y
  • por último, se echaba agua caliente sobre esa ceniza.

Esta operación de “colado” se repetía varias veces y se dejaba reposar. Al día siguiente había que enjuagar la ropa y …... a tenderla!

Este proceso, más que para lavar, servía para realzar el blanco de las telas que, con el tiempo y los lavados con jabones caseros, amarilleaban.

Si sentís curiosidad por saber cómo es un cocio, podéis ver uno en el Museo Etnológico.


Y acordaros de que:

Una mano lava a la otra, y ambas la cara”

2 comentarios:

  1. que pocos lavaderos deben quedar como el nuestro,y lo acostumbrados que estamos a pasar por delante de el y ni fijarnos... queremos mas posts,gracias por recordarnos rincones tan bonitos de Higueras!!

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  2. Tienes toda la razón, estamos rodeados de cosas bonitas y muchas veces hasta que no paramos a pensar en ellas nos pasan desapercibidas. Gracias a ti por tu comentario.

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