domingo, 31 de marzo de 2013

Semana Santa


Hola amigos!!!

Ya estamos en la recta final de la Semana Santa, pero no quería dejar pasar la ocasión sin publicar una entrada sobre cómo eran antaño estas fiestas.

La Semana Santa ha sido, es y será una fiesta religiosa por excelencia donde rememoramos la llegada de Jesús a Jerusalén (Domingo de Ramos), su Última Cena con los Doce Apóstoles, su prendimiento y muerte (Jueves Santo), y tras dos días de recogimiento, de incertidumbre y tristeza, su Gloriosa Resurrección.  Semana de misterio y fe donde se conjugan un montón de sentimientos.  Asimismo estos días asistimos al final del invierno y le damos la bienvenida a la primavera.

Cuentan nuestros mayores que, antiguamente, el Domingo de Ramos se celebraba el inicio de la Pascua plantando un pino en la plaza.  Ese mismo día tenía lugar una misa donde era tradición acudir con una rama de olivo o de laurel para ser bendecida.  Hoy en día la costumbre es bendecir una palma o palmón que regalan los padrinos, y que ha hecho que este día también sea conocido como el “día de la palma”.


Durante esta semana es típica la elaboración de torrijas.  Es un alimento de origen humilde que se preparaba con ingredientes básicos como: pan duro, leche, azúcar, aceite y huevos, y que saciaba rápidamente al comensal.  Hoy en día se han hecho muchas innovaciones y se hacen múltiples variedades de este exquisito manjar.



El Viernes Santo era pecado comer carne y todo el mundo lo respetaba.  Tampoco se podía disparar ningún arma de fuego, y las escopetas debían colocarse con el cañón apuntando al suelo.  Estos días también se evitaban ruidos y música en señal de respeto por la reciente muerte de Jesús.

El Domingo, las campanas de la Iglesia repicaban alegres anunciando la Resurrección, y acto seguido se realizaba una misa para celebrarlo.

El Lunes de Pascua tiene lugar otra tradición alimentaria, que también perdura en la actualidad y que simboliza el fin de las abstinencias propias de la Cuaresma.  Se trata de la Mona de Pascua, que los padrinos regalaban, y regalan, a sus ahijados.  Las tradicionales eran redondas, elaboradas con masa de bollo en la que se insertaban uno o dos huevos duros tintados, y se espolvoreaban por encima con anisitos de colores.  Como curiosidad me cuentan que, para teñir los huevos, los hervían junto a un trocito de tela, que destiñera, del color que querían utilizar, que normalmente era el rojo.


Lo normal era irse a comer la mona a la Fuente de la Salud o al corral del “Tío Roete”, y el ritual establece que el huevo duro debe romperse en la frente de otra persona.

Un hombre completamente inocente se ofreció a sí mismo por el bien de otros, incluidos sus enemigos, y asumió la redención del mundo. Fue un acto perfecto.” (Mahatma Gandhi)







domingo, 10 de marzo de 2013

Un paseo por Higueras


Las calles de Higueras vienen marcadas por la orografía del terreno donde está ubicada.  Tiene dos vías principales: la de la Umbría, en su margen izquierdo y flanqueada por el barranco del Aguanaj, y la de la Solana, en el lado opuesto y guiada por el barranco de la Maricalva.   Ambas nacen de la Plaza de la Iglesia que es, a su vez, la puerta de entrada al pueblo.  Podríamos pensar que esta particularidad fue aprovechada por los primeros pobladores al buscar un asentamiento,  pues los barrancos les suponían una defensa natural a parte de un buen suministro de agua, y vigilando ese punto de entrada tenían la situación controlada.

Entrada al pueblo.
Iglesia.
Inicio Calle de la Umbría
Inicio Calle de la Solana
No hay duda de que antaño el hombre tenía que adaptarse al medio, no como ahora que estamos acostumbrados a las obras faraónicas donde mover millones de toneladas de tierra es solo cuestión de potencial y tiempo, pensemos que antes ni teníamos las máquinas ni había mano de obra suficiente para grandes construcciones.

En la mayoría de las casas del pueblo, sus cimientos son la propia roca del terreno, en algunas incluso conforma parte de lo que es su pared maestra trasera, hecho que a veces en épocas de lluvia abundante y por el efecto de las capas freáticas propicia que surjan manantiales espontáneos o filtraciones de agua en el interior de las mismas.

Generalmente las casas de Higueras son pequeñas, constan de una planta baja donde antes se guardaban las caballerías y los animales de crianza (conejos, gallinas, cerdo).  Una estrecha y escarpada escalera (aprovechando el espacio) nos conduce a la primera planta que era donde se hacía vida normalmente, cocina, comedor, sala de estar y dormitorio principal, todo en uno.  Por encima de este piso está la “porchá” que se utilizaba para guardar paja para los animales, el grano, las patatas… a modo de despensa- secadero, pero que también era aprovechada como dormitorio para los jóvenes de la casa.   Al principio del párrafo he dicho pequeñas, creo que es una percepción actual, porque como os he ido relatando compartían casa: animales, matrimonio con más de un abuelo y dos o tres hijos, realmente en ese espacio no sé cómo nos las arreglaríamos ahora, aunque bien es verdad que “la necesidad obliga”.

Los muros de las casas se hacían de piedra aprovechando el abundante material que nos rodea, con unos espesores de 80 o 90 cm. que producen un efecto aislante perfecto.  A su vez, todas poseían una chimenea que servía tanto de cocina, como de calefacción central.

Las vigas de madera que van conformando los forjados de los pisos nos evocan el pasado maderero de Higueras y sus bosques. Remata el conjunto una cubierta de teja, generalmente a una vertiente y de no demasiada inclinación.

Retomando el paseo por las calles, nos encontramos varias que hacen referencia hacia donde nos conducen: de las Eras, Eras Ángel, Eras Mateo, del Molino y que nos recuerdan que en nuestros campos se sembró mucho trigo.

Solo tenemos que posicionarnos en un punto un poco elevado para observar que en todo el alrededor del pueblo se había cultivado la tierra,  pues se conservan los muros de piedra que consolidan los bancales.

También hacer mención a la importancia del molino, puesto que de algunos pueblos que nos rodean acudían a moler el grano en él.  

A continuación de la calle de la Solana y a partir de la Replaceta de la Fuente prosigue la Calle de La Fuente que termina en las Eras.

Por detrás, a modo de columna vertebrada entre la Calle de las Eras y la Calle de la Fuente, discurre la Calle del Arrabal que finaliza en la Almacera.

A continuación os muestro un recorrido fotográfico de buena parte de Higueras, que se inicia subiendo por la Calle de la Umbría y finaliza bajando por la Calle de la Solana:

Subiendo por Calle de la Umbría
Farmacia

Inicio de la Calle Arrabal

Fachada del Museo Etnológico
Seguimos por la Calle Arrabal








Final de la Calle Arrabal, frente a la Almacera

De vuelta al pueblo, al fondo la Era
Inicio Calle de la Fuente desde la Era

Bajada al frontón


Fachada del Lavadero Municipal

Abrevadero
Replaceta de la Fuente
Bajando por la Calle de la Solana

Fachada del Bar-Centro Social y Hotel Aguanaj
Fachada del Horno y Museo del Pan
(situado en la Plaza de la Iglesia junto al Ayuntamiento,
consultorio médico y local de la Asociación Cultural)

P.D.: Mi agradecimiento a Sergio F. O. por cederme las fotografías publicadas en esta entrada.







domingo, 3 de marzo de 2013

Año de nieves, Año de bienes



Esta semana pasada la climatología nos ha sorprendido, y un descenso de las temperaturas asociado a una borrasca ha propiciado que en el interior de Castellón nevara por encima de los 500 metros sobre el nivel del mar.  El temporal ha sido intenso y ha provocado cortes de carretera en Barracas, Altura, Teresa, Montanejos, Caudiel y en más localidades, aunque yo aquí os cito las que son más próximas a Higueras.




No es raro que nieve en la sierra, pero el cambio climático que afecta a nuestro planeta lo convierte progresivamente en un hecho excepcional.  Lo que antes era frecuente cada invierno, ahora no deja de sorprendernos.




Pese a los inconvenientes que en un momento dado nos puede generar una gran nevada, también nos aporta unas imágenes preciosas, ese manto blanco que lo cubre todo y que forma parte de la gama de colores que nos ofrece la estación invernal.




Como reza el título de este artículo: "año de nieves, año de bienes", alegrémonos pues de que otro año más Higueras haya sido bendecida con los blancos copos que benefician a la tierra y que seguramente harán que la primavera luzca esplendorosa.




Las fotografías que publico en esta entrada han sido tomadas durante estos días y me han llegado vía WhatsApp.  Agradezco a las personas que las han hecho que las hayan compartido, y las envidio enormemente por haber podido disfrutar de este paisaje.  También hay estampas bonitas fotografiadas en años anteriores, como la de la vista del pueblo nevado en la cabecera del blog.

Como colofón del temporal os dejo algunas frases:

"No debes quejarte de la nieve en el tejado de tu vecino cuando también cubre el umbral de tu casa" (Confucio)

"Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más rueda, más grande se vuelve" (Martin Lutero)

"Para San Antón nieve a montón, para San Blas un palmo más, y para Santa Aguedeta nieve hasta la bragueta" (Refranero popular aragonés)